No es muy complicado hacerlo, solo hay que franquear algunas verdades y una que otra discusión sobre el uso que le damos a nuestro dinero. Ser honesto con nuestra pareja sirve de mucho para el uso correcto de nuestro dinero y que no hayan disputas incómodas sobre algún gasto innecesario como golosinas, cafés, refacciones, etc.

Aclarado todo esto, el presupuesto mensual es algo necesario y clave para el manejo de las finanzas. Esto le servirá para hacer sus proyecciones si en algún momento desea solicitar un crédito para hacer alguna mejora en la casa. Con el ahorro que usted haga, será posible planificar.

Podríamos empezar con hacer un calendario de facturas y pagos. Incluir las fechas de pago de todos los servicios. Haga una sumatoria de todos esos gastos y asigne una suma de dinero que puede ser usada para desembolsar automáticamente todos esos pagos. Puede hacerlo en línea o por medio de una banca móvil. Las aplicaciones de bancos ya tienen esa modalidad. De esta manera podrá espaciar sus facturas estratégicamente y coordinandose con sus cheques de pago para no poner en riesgo su liquidez.

Elimine los gastos innecesarios. Esos que son discrecionales, que regularmente uno no necesita y que ponen en riesgo, no siempre, nuestra salud y paz mental en el hogar. Elimínelo para así aumentar su flujo de caja. Yo sé que es difícil pero inténtelo.

Revise sus gastos en alimentos, combustible y entretenimiento y establezca límites razonables para cada categoría y evitar gastos excesivos. Esto le servirá para identificar algunos gastos que pueda evitar o reducir. Los “gastos fuga” se pueden evitar, reducir o eliminar todo depende de nuestro esfuerzo. Un ejemplo el café de la mañana o comprar comida o salir a comer demasiado a la semana. Platíquelo con su pareja, es decir si es necesario o se puede invertir ese dinero en algo que tenga un mejor beneficio para el futuro. Una inversión por ejemplo.