Las dos primeras semanas del año nos han servido para reorganizar las actividades que pudieron quedar en pausa por las festividades de fin de año. A estas alturas nos daremos cuenta de qué tan efectiva fue nuestra estrategia de gastos o si entramos a un nuevo ciclo en números rojos. 

Si en los gastos del mes pasado se planificaron gastos como útiles escolares, pagos de préstamos u otros compromisos y prioridades estaremos bien. Si no fue así, es tiempo de planificar mejor y de encontrar una estrategia que nos ayude a lograr tranquilidad financiera.

En primer lugar, hay que tener claro que el ahorro es necesario, expertos en finanzas personales recomiendan ahorrar el 10% del salario, además de evitar los gastos hormiga. Esto también debería estar acompañado de un fondo de emergencia, el cual puede ser un producto bancario o bien un ahorro en casa. 

Los gastos deben obedecer a un presupuesto mensual, esto quiere decir que toda compra debe ser estudiada y planificada. Las veces que se harán compras en mercados o supermercados, en donde tendrán prioridad artículos de consumo en el hogar. Puede haber especio para gustos personales, pero deben ser mínimos. 

Ser realista sobre los ingresos que se perciben y no gastar más de la cuenta. Muchas cosas y productos nos pueden hacer ilusión, pero son compras que se deben analizar detenidamente, teniendo en cuenta los ingresos, egresos y si es posible invertir en esto o adquirir una deuda. No debemos precipitarnos a compromisos que luego se convierten en una carga.

Por último y en lo posible, solventar las deudas, en especial las de tarjetas de crédito o hacer pagos importantes para salir de estos compromisos. Al ya no tener estos pagos se puede destinar este dinero a satisfacer necesidades del hogar o para el ahorro con la meta de poder iniciar un nuevo ciclo solvente y con tranquilidad financiera.