En un mundo donde la preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad está en aumento, la diversificación de la cartera energética se ha convertido en una prioridad global.

En Guatemala y la Región Centroamericana, la Asociación de Combustibles Renovables (ACR) se está posicionando como un líder en la promoción de esta transición energética. Este artículo explora cómo los biocombustibles pueden cambiar el juego en la cartera de energía y el papel crucial de ACR en este proceso.

Ventajas de los biocombustibles

Los biocombustibles, como el etanol y el biodiésel, tienen el potencial de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en comparación con los combustibles fósiles. Los biocombustibles se producen a partir de biomasa, la cual captura CO2 durante su crecimiento. Cuando se utilizan como fuente de energía, liberan CO2 que ha estado en el ciclo biológico actual, a diferencia del CO2 fósil, que contribuye al calentamiento global. ACR destaca que el uso de biocombustibles puede reducir las emisiones de GEI en hasta un 70% en comparación con la gasolina y el diésel.

Uno de los principales objetivos de ACR es fomentar la diversificación de la matriz energética en Guatemala y Centroamérica. Los biocombustibles ofrecen una alternativa viable a los combustibles fósiles importados, utilizando recursos locales como la caña de azúcar y aceites vegetales. Esto no solo mejora la seguridad energética de la región, sino que también fortalece la resiliencia económica al reducir la dependencia de las fluctuaciones de precios en el mercado global de petróleo.

La promoción de los biocombustibles puede impulsar la economía local a través de la creación de empleos en sectores clave como la agricultura, la producción y la distribución. ACR trabaja para desarrollar una cadena de valor robusta para los biocombustibles, lo que puede generar oportunidades laborales y estimular la inversión en infraestructura y tecnología. Esto es especialmente beneficioso en áreas rurales y en desarrollo, donde la creación de empleo y el desarrollo económico pueden tener un impacto significativo (ACR, 2024).

Una de las ventajas adicionales de los biocombustibles es su capacidad para utilizar residuos orgánicos y biomasa como materia prima. ACR promueve el uso de residuos agrícolas y otros materiales orgánicos para la producción de biocombustibles, lo que contribuye a la economía circular y reduce el impacto ambiental de la gestión de residuos. Esto no solo ayuda a minimizar los desechos, sino que también proporciona una fuente de energía renovable y sostenible.

El papel de ACR en la transformación energética

La Asociación de Combustibles Renovables (ACR) juega un papel crucial en la promoción y el desarrollo de biocombustibles en Guatemala y Centroamérica. ACR se dedica a dar a conocer los beneficios ambientales, energéticos, sociales y económicos de los biocombustibles, y está abierta a colaborar con diferentes sectores, incluyendo el público, el privado, la academia y la sociedad civil.

ACR busca establecer alianzas estratégicas para avanzar en la producción y el uso de biocombustibles, promoviendo la inversión en infraestructura y tecnología. Al unir fuerzas con cooperantes y actores clave en la región, ACR trabaja para superar los desafíos asociados con los biocombustibles y acelerar la transición hacia una cartera energética más sostenible.